Una puerta con sus bisagras salpicadas, a medio pintar o chorreadas, pierde todo su encanto y hasta resulta molesto mirarlas. Pero es mucho más molesto tratar de raspar o sacar la pintura seca de una bisagra. Aprenda como hacerlo correctamente, de forma muy simple, y por supuesto, usted mismo.
Para evitar el problema de tratar de raspar lo seco de la pintura, tiene dos posibles opciones: desmontar la puerta de las bisagras, pintarlas y volver a instalarla. O si no quiere sacar las bisagras, proceder como sigue en el siguiente proyecto Hágalo Usted Mismo.
Cubrir la bisagra
– Cubrir toda la bisagra con una huincha transparente. – La huincha debe ser más grande que la bisagra. – Si no es lo suficientemente ancha, simplemente traslapar dos tiras.
Cortar alrededor de la bisagra
– Recortar la huincha por el perímetro de la bisagra con un cuchillo cartonero de hoja afilada. – Usar la misma bisagra como guía para realizar buenos cortes.
Sacar el exceso de huincha
– Quitar la huincha que esté sobrando alrededor de los bordes de la bisagra. – Presionar los bordes para que la pintura no entre por debajo.
Pintar la puerta
– Pintar el canto completo de la puerta. – Pintar sobre la huincha sin perder la continuidad del brochazo.
Quitar la huincha
– Pintar todas las manos necesarias hasta que la puerta esté lista. – Dejar que la pintura se seque. – Tirar la huincha. – Ahí lo tiene: una bisagra impecable en su puerta recién pintada.
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