Cómo restaurar herramientas oxidadas

Comienza limpiando superficialmente la herramienta para sacar los restos de tierra, pasto y polvo que tiene. Así, podrás evaluar su estado.

• Utiliza agua y jabón para lavar la superficie de la herramienta y eliminar la suciedad.
• Te recomendamos que ocupes guantes para proteger tus manos.

 

• Si la herramienta tiene muchos relieves o lugares difíciles de alcanzar, usa una escobilla o un cepillo de dientes viejo.
• Limpia hasta quitar toda la suciedad superficial.

 

 

Para empezar a sacar el óxido de la herramienta vas a hacer lo siguiente:

• Usa un anticorrosivo WD-40 con flexi tapa. Su diseño te permitirá ser mucho más preciso en la aplicación y ahorrar al utilizarlo, evitando el desperdicio del producto.
• Este formato es ideal para una amplia gama de usos y necesidades domésticas.

 

• En este caso, aplica el WD-40 con su aplicador en spray sobre la herramienta.

 

• Deja actuar el producto por unos segundos y frota las zonas afectadas con el óxido con un paño por unos minutos. Verás como empieza a desprenderse el óxido, incluso sin aplicar demasiada fuerza.
• Si es necesario, repite el procedimiento. 
• En muchos casos, esto es todo lo que necesitas hacer para solucionar el problema.

 

 

Si el problema persiste, puedes usar otras alternativas más abrasivas para remover el óxido. 

• Sigue ocupando el anticorrosivo WD-40, ya que es un gran aliado en este tipo de trabajo. Aplícalo en la herramienta, ya sea a través de su aplicador delgado o su spray.

 

• La bombilla o aplicador delgado de este producto es muy útil y no se pierde, ya que viene integrado al envase.

 

• Deja actuar por unos minutos y limpia la herramienta con una lija para metal, empezando por las zonas más afectadas.

 

• Si el daño en la herramienta es mayor, puedes apoyarte con una escobilla de acero con forma de copa, puesta en un taladro. 
• Recuerda usar tus implementos de seguridad para protegerte.

 

• También una buena alternativa es usar un disco removedor de óxido. Este accesorio es capaz de remover pintura, limpiar y pulir metales, entre otras funciones.

 

• Cuando las superficies son blandas, hechas de madera, plástico o teflón, ten mucho cuidado al usarlo, porque puedes rayarlas.
• Sigue trabajando la herramienta hasta que quedes conforme con el resultado.

 

• Por último, puedes ocupar un disco pulidor en el taladro para dar un acabado final más profesional.

 

• Si el daño del óxido en la herramienta es demasiado profundo, remójala en desoxidante antes de iniciar todo el proceso descrito en este paso a paso.
• Recuerda que es muy importante que siempre guardes tus herramientas en un lugar seco, para que no se oxiden. 
• Antes de guardarlas, haz una limpieza con un paño y aplica WD-40 flexit tapa.

 

¡Tus herramientas oxidadas han quedado como nuevas! Con esta guía de pasos has podido lograr un resultado increíble, siempre de la mano de Hágalo Usted Mismo. ¡Hasta la próxima!