
Publicado el 7 Sep. 2017
Publicado el 2 Jul. 2019
Lo primero que hay que hacer es medir el espacio donde se quiere instalar la huerta de interior. Con eso, ya se puede dimensionar la madera que se utilizará. En este caso, será un pino cepillado de 1×4 que se cortará de la siguiente manera:
9 cortes de 90 cms de largo (base y costados)
2 cortes de 50 cms de largo (soportes)
6 de 12,5 cms (tapa laterales)
Primero, hay que presentar los cajones para poder armarlos. Hay una base, los 2 costados y las tapas laterales. Tomar uno de los costados y presentar los tornillos a 8 y a 28 cm de un extremo. Presentarlos a la misma distancia en el otro extremo, con la ayuda de 2 prensas para mantener fija la base. Encolar el canto de la madera y luego atornillar.
Cuando ya esté fijo un costado, repetir la misma maniobra con el otro lado. Luego, colocar los laterales con 4 tornillos para después encolarlo.
Cuando el cajón esté listo, darlo vuelta y perforar la base para facilitar el drenaje del exceso de agua (esto evitará que las plantas se pudran). Con la broca para madera de 10 mm, perforar a 10 cm de cada extremo y luego, en el centro de la base.
Con la silicona en la pistola calafatera, sellar por dentro los cajones (las uniones internas). Una vez seca, aplicar un sellante al agua. Para terminar, colocar una manga plástica fijándola con una engrapadora.
Aplicar un sellante al agua para impermeabilizar la madera. Ya seco, colocar un plástico por el interior y fijarlo con la engrapadora. Cortar el excedente con un cuchillo cartonero.
Ahora hay que fijar las tablas de 50 cm por detrás de los cajones y que irán a 15 cm de los bordes hacia dentro. Encolar y fijar con tornillos para madera. Una vez fijados, instalar los soportes multiuso en la parte trasera del cajón superior con el martillo y clavos.
Con cinta de enmascarar, cubrir el frente de cada cajón dejando un espacio libre para pintarlo con pintura pizarra color negro. Así, se puede escribir el nombre de cada planta allí para identificarla.
Para la tierra se usará una mezcla de 2 partes de tierra de hoja, una de perlita y otra de vermiculita. El resultado es tierra balanceada, con buen drenaje. Revolver hasta que quede la mezcla homogénea.
Este es el último paso: repartir la mezcla en cada maceta e ir colocando las plantas o semillas según sea el caso. ¡Y ya está lista la huerta! Ahora a seguir aprovechando el espacio y darle más vida y sabor a la cocina.
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