¿Cómo mantener tus herramientas en buen estado?

Para que funcione bien un martillo y sea seguro usarlo, la cabeza y el mango tienen que estar muy firmes.

• Revisa las uniones, tirando de la cabeza. Si esta está suelta, se puede meter una cuña, pero lo mejor es cambiarlo por uno nuevo para evitar accidentes.

• Limpia los mangos de madera después de cada uso con paños de fibra o multiuso, para evitar que se deterioren.

• Limpia también las partes metálicas. Si está muy sucia o rayada usa una lija de grano medio para pulirla.

Es típico dejar los restos de pasta muro en las espátulas, pero lo malo es que eso las deteriora para un nuevo uso. Para que esto no pase:

• Límpiala con otra espátula y luego con agua.

• Limpia las partes metálicas cada cierto tiempo con paños de fibra (o multiuso) mojados. Si está muy rayada, se debe pulir con una de lija de grano medio.

Luego de una sesión de pintura, y para volverlas a usar en el futuro, las brochas se deben limpiar de inmediato.

• Si se usaron con pintura al agua: se limpian con agua tibia y un poco de detergente.
• Si tienen pintura al aceite: límpialas con aguarrás o algún diluyente, finalizando con agua.

Es muy habitual que después de utilizar sierras y serruchos queden restos del material que fue cortado con ellos, y como consecuencia, se va perdiendo el filo (y con ello su eficacia). Para que no pase esto, te recomendamos:

• Pasa un paño de fibra (o multiusos) para sacar los restos y el polvo.
• Pasa una lima de acero triangular por los bordes de los dientes. Nunca por la parte del filo, ya que con ello se dañará el dentado de las herramientas, lo que puede provocar cortes irregulares y también accidentes.

El taladro es un elemento que se debe mantener limpio para que tenga un rendimiento óptimo y seguro. Esto, además, alarga su vida útil. ¿Cómo hacerlo?

• Limpia la suciedad superficial que queda en las perforaciones con un paño seco.
• Con una aspiradora, quita todo el polvo del sector de ventilación en la carcasa del motor.

Limpieza de brocas

También es importante mantener en buen estado las brocas. Para esto:

• Debemos mantener las revoluciones adecuadas en el taladro para cada una. Un mal uso provoca que las brocas se recalienten, pierdan todo el filo o se “emboten” (esto es que se engruesa el filo o la punta de la broca).

• Si las puntas están gastadas, las puedes afilar con ayuda de un esmeril de banco.

Una vez que tenemos hecha la limpieza de las herramientas, tenemos que preocuparnos de almacenarlas y guardarlas adecuadamente.

El primer objetivo va a ser que las dejemos bien clasificadas, para que no estemos buscando entre los montones y siempre podamos encontrar la herramienta correcta para cada uso.

Para ello podemos contar con distintos tipos de almacenamiento:

• Usar cajas resistentes, con compartimentos interiores.
• Ocupar las típicas maletas de herramientas.
• Usar los cinturones colgantes y guardarlos con sus respectivas herramientas en un cajón o lugar protegido del polvo.

Va a ser muy importante hacerles siempre revisiones periódicas a las herramientas, comprobando el correcto estado del funcionamiento de cada una de las piezas, y, si es necesario, habrá que:

• Repararlas, realizando los ajustes necesarios para su uso eficiente y seguro.
• Reemplazar las piezas que están deterioradas o comprar una nueva herramienta en caso de que haya llegado a su fin de vida útil.

¡Ya tienes listas tus herramientas para usarlas cuando quieras!

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