Cómo transformar tu casa pintando el piso

Para comenzar realizarás una limpieza profunda del piso a pintar para eliminar la suciedad y los restos de cera o fragüe suelto. 

• Ocupa un líquido especial de fin de obra. Es un producto diseñado para dejar los pisos impecables después de su instalación.
• Protege tus manos con guantes de látex o goma. Diluye el limpiador en agua: 1 parte del producto por 10 partes de agua.

• Vierte la mezcla en el piso y esparce con un escobillón, refregando para que comience a actuar.
• Deja que el líquido trabaje y penetre en la suciedad por 30 minutos.

• Luego, cepilla todas las áreas que tengan suciedad pegada con un cepillo con cerdas de acero.

• Recuerda que mientras más tiempo dejes actuando el producto, mejor va a ser el resultado.
• Enjuaga los residuos con una manguera o hidrolavadora. Barre el agua con un seca pisos para dirigirla al desagüe.

• Después de retirar la mayor cantidad de agua posible, deja secando el piso por 2 horas en verano y por 1 día completo en invierno.

Una vez que el piso esté limpio y seco, vas a proteger los muros para que no se ensucien con pintura.

• Enmascara muy bien todo lo que no quieres que se ensucie. Primero, enmascara la unión entre el muro y el guardapolvo.

• Pon plástico en la pared (al menos 50 cm de altura) y fija con cinta para enmascarar.  Así, evitarás que gotas de pintura ensucien los muros. 
• No cubras la tapa del alcantarillado, porque la idea es que se mimetice con la pintura.
• El plástico que ocupes en este paso puedes reutilizarlo para otra tarea o llevarlo al punto de reciclaje.

• Para empezar a pintar ocuparás un balde, una brocha de 3” y un rodillo de microfibra con extensor. Este accesorio te permitirá pintar lugares grandes fácilmente.

• Recuerda que siempre debes empezar a pintar desde el lugar más alejado de la puerta, para ir avanzando hacia ella y salir sin tener que pisar la pintura.
• Usa overol, protector para los zapatos y guantes.
• Revuelve la pintura batiendo el tarro y mezclando con un palo. Con ello, el color quedará más homogéneo y evitarás que queden partes concentradas de pintura en el fondo.
• Vierte la pintura en un balde para este fin, que es más estable que una bandeja y te facilitará el trabajo.

• Comienza pintando los bordes del piso y guardapolvos con una brocha para pinturas acrílicas. Así, podrás llegar a todo ese borde que el rodillo no puede cubrir.

• El extensor para el rodillo es muy fácil de instalar. Sólo debes enroscar el rodillo en el hilo.
• Es telescópico, pudiendo alcanzar hasta 4,9 m de largo. 
• Aplica la pintura en el piso de forma ordenada para que no queden rayas o manchas por usar más pintura en un lado que en el otro.

• Deja secar por 4 horas.

La gran ventaja de esta pintura acrílica es que solamente tienes que esperar 4 horas entre cada mano. Esto te permitirá aplicar las 2 manos de pintura el mismo día. 

• Da la segunda mano de pintura de la misma forma en que hiciste la primera.

• Esta pintura es a base de agua, por lo que seca más rápido. 
• Además, es antideslizante, resistente a la abrasión, no tóxica y no inflamable.

• Para un patio como el de este proyecto, que mide 9 m², se usó 1 galón de pintura.
• Esta pintura también viene en los colores arcilla y verde.
• Deja secar por 24 horas para el acabado final.

¡Listo! Pintar un piso de cemento, hormigón o batuco puede ser una idea muy eficaz para cambiar el estilo de tu patio interior de una manera fácil y asequible. ¡Esperamos que te haya gustado este proyecto!