Quienes vivimos en departamento necesitamos de un pequeño huerto para mantener el verde y la vegetación cerca. Lo bueno es que el huerto, además de adornar, es una buena forma de tener acceso a aliños y verduras cultivados por nosotros mismos.
Organiza bien tus espacios y tiempo para que te puedas dedicar por completo a esta tarea.
Organizar materiales y herramientas
Cuando trabajamos con tierra, uno tiende a ensuciar y desorganizar las cosas. Son varios elementos, muchos de ellos dejan caer partículas y el mismo proceso de trabajo hace que la tierra caiga y se esparza. Por ello, lo primero es organizar muy bien los espacios.
Cerca de tu jardinera o maceteros, cubre una superficie con papel de diario (también puedes poner un plástico debajo). La idea es que tengas una zona que luego puedas envolver fácilmente y botar una vez que hayas terminado todo, y trabajar sin ensuciar o dañar lo que hay debajo.
Sobre esta superficie, coloca tus pinzas, rastrillo, cepillo, pala, tierra, plantas, fertilizante y rociador con agua.
Ayúdate con bandejas para las plantas, así podrás moverlas de un lado a otro sin temor a dejar caer la tierra.
Recuperar la tierra
En este proyecto partimos teniendo cajones con tierra que renovar. Ahora lo que haremos es recuperarla y procesarla para poder darle un nuevo uso.
Quita las plantas que van permanecer en los cajones con cuidado.
Recorta las raíces de las plantas que quieres recuperar. Déjalas en una zona separada mientras sigues trabajando.
Saca toda la tierra de los cajones y ponla en la jardinera.
Cepilla los cajones para retirar toda la tierra.
Usa tus manos para separar y moler la tierra.
Mezcla toda la tierra con una pala y retira piedras en caso de haber.
Fertiliza la tierra con fertilizante NPK (nitrógeno, fósforo y potasio).
Revuelve nuevamente todo con la pala.
Preparar las cajas con la tierra
Una vez que la tierra está lista, muévela hacia un costado de la jardinera y ubícala en cada cajón. Para esto, cambiaremos el plástico que tenían previamente, utilizando plásticos de características similares (puedes reciclar bolsas, por ejemplo).
Reemplaza el plástico de las cajas con plástico nuevo. Cubre toda la base y deja material sobrante para que no te falte espacio.
Coloca la tierra al interior de la caja con una pala.
Llena hasta dejar poco menos de un tercio del almácigo libre de tierra, ya que la tierra que viene con las plantas también ocupará espacio.
Una vez puesta la tierra en todas las cajas, recorta con la tijera el material plástico sobrante, procurando dejar al menos 1 dedo extra de plástico saliendo de los bordes.
Poner las plantas
Lo primero que debemos tener en consideración es la cantidad de luz o sol que requiere cada planta. En caso de que necesitemos poner plantas distintas en una caja, la idea es que tengan la misma exposición y resistencia a la luz.
Lo mismo debemos tener en cuenta para los requerimientos de agua de cada planta. Es importante no mezclarlas.
Para proveer de sombra Si tienes plantas que requieran menos exposición a la luz de la que tiene tu jardinera, te recomendamos el uso de un paraguas de totora.
Prepara cada cajón haciendo un espacio para las plantas que pondrás en su interior.
Usa tus manos o una pala para cavar.
Traslada la planta tomándola de la base del tallo y con la otra mano sujetando raíces y tierra. Deposítala en el espacio que previamente preparaste.
Redistribuye la tierra a su alrededor para cubrir y nivelar todo.
Repite estos pasos con cada planta.
Insecticida natural
Entre tus plantas, coloca una citronela. Es una planta muy aromática que además es un insecticida natural, repelente natural de moscas y mosquitos. También tiene propiedades antifúngicas.
Toques finales y cuidados
Una vez puestas todas las plantas ten en cuenta lo siguiente:
Esparce fertilizante adicional sobre la superficie, como si estuvieses adornando la tierra.
Etiqueta las plantas para que sepas cuál es cada una.
Realiza el primer riego.
Las primeras semanas revisa hojas y tierra. Ojo con los hongos o pulgones, para tratarlos oportunamente.
Retira malezas que puedan ir apareciendo.
Fumiga tus plantas de ser necesario.
¡Y ya tienes lista y renovada tu huerta en casa para seguir teniendo tus especias sanas y deliciosas!
Fumigación y cosecha Si vas a cosechar tus plantas, házlo al menos 5 días después de haber fumigado. Así te aseguras que haya hecho efecto el insecticida y que además haya decantado lo suficiente como para su consumo. ¡Y recuerda lavar muy bien todo antes de comerlo!
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